viernes, 26 de febrero de 2010

Preguntas con respuesta



El reloj marca las 05.00 y la luz me come la vista…
Caso omiso a los deberes, ahora no hay obligaciones…
Escucho música atento a todos los acordes…
¿Irse a dormir es solución de un pesimista?

Ayer me dijeron que había en mí algo cambiado…
Hoy recojo esas palabras con signo de certeza…
Mañana nada ya retumbará en mi cabeza…
¿Acaso el futuro es inmune a ser pasado?

Ojos que no ven, corazón que no siente…
Respiro aire fresco en su inmensa libertad…
Tengo remedio a cualquier calamidad…
¿Sólo yo obro mal al ser prudente?

Dibujo en mi mente cosas de locos…
Imágenes sucias pero animadas…
Recuerdos malditos, cuentos de hadas…
¿Porqué en ese Olimpo caben tan pocos?

Escojo dos cachos repletos de letras…
Escucha, voz baja, me siento observado…
Tranquilo, no es raro, mantente callado…
¿Y, crees entender estas indirectas?

Aprieto los dientes con cada oración…
Reflejos inversos de cuerpos contentos…
No te equivoques, sin resentimientos…
Yo ya tengo la mía, ¿cuál es tu canción?

Sigo aumentando mi tiempo de olvido…
Por cada momento doy fe que sonrío…
En cada lugar, de la luna al rocío…
¿A eso tú llamas un ser reprimido?

Ahora mi cuerpo no es dueño de nada…
Consigno vivir cada palmo de euforia…
Reúno los traumas y los convierto en gloria…
¿Me juras que nunca saldrás malparada?

Testigo directo de la inseguridad…
Tiempo perdido y sin vistas al mar…
Aprende de errores, no vuelvas a errar…
¿Y qué si esto es un gesto de maldad?

Teoría de alguien que hace meses resucitó…
Papel en mano y lápiz, sé que hay que hacer…
No hay ni habrán indicios de tu ser…
Para todo esto, ¿sabes cuánto me costó?

Apago los focos, me vuelvo a dormir…
Pensante en despertarme lleno de alegría…
De esto estoy repleto, ahora una de ironía:
¿Qué tengo que hacer para de nuevo vivir?

viernes, 19 de febrero de 2010

Haciendo autoestop por la vida



Apartando la relevancia de los gritos de dolor de una madre para que ese sufrimiento le dé la oportunidad de volver a sufrir por sacar esa vida que ha dado a luz adelante, una vez el engendro humano pueda sostenerse con los dos pies sobre la Tierra sin intervención alguna en forma de ayuda para caminar, el paso de los años se vislumbra en un constante vaivén de autoestops para poder avanzar por un sendero plagado de piedras en el camino, una hípica de obstáculos unos más grandes que otros, unos más duraderos, otros más tristes, unos más desequilibrantes, algunos con repercusiones y ramificaciones cada minuto que avanza el reloj “Time Force” de la realidad.

Como si de la mismísima Caverna de Platón se tratase, voy recogiendo la luz en mi camino (experiencias), sigo la vereda más larga para aprender mucho más (ser valiente), invoco el poder de mi poca autoestima para sentir que el día de mañana no será como el de hoy (mi futuro, a dos pasos), mi afán de superación es tolerante, ambicioso e impredecible, mis metas alcanzables, sufridas y agónicas, pero mi mente es libre, terca, razonable y poco a poco, rebozando en madurez.

Invierno, primavera, verano, otoño y vuelta a empezar. Cumpleaños, agenda, ilusión y ya es Navidad. La carretera por la que divago tiene un arcén muy ancho, alzo la vista y aún la recta a caminar tiene el punto de fuga muy alejado. No pienso en cuándo llegaré al final, sino en lo que sucederá hasta alcanzar ese punto. Me quedan meses de trayecto, voy con paso firme y con la cabeza bien alta, hago autoestop sólo cuando necesito elegir un sentido, elijo esa ayuda y soy bien agradecido, todo aquel que me conozca sabe cuáles son mis principios.

Días inciertos, falta un recuerdo. Ayer sonreía por nada, me alegraba el alma con simples anécdotas, pero sabemos que la vida llama a la puerta por azar, y de igual manera te hace salir de ella sin más. El contraste entre la facilidad de caer en el pozo y la dificultad de salir de él, hace que la fuerza mental y la capacidad de rehabilitación moral sean esenciales, cada palmo de júbilo es bienvenido, cada satisfacción una copia de seguridad del sistema, cada instinto una salida.

Si mi mente se abruma con destellos y me presiona, la música entra en contacto con mi ser, me ayuda a revivir los sentidos más importantes de mi cuerpo. Abro mi reproductor y lo conecto a mis conductos auditivos, aumento la sangre que corre por los barrancos desbordados de mis venas y pienso. Camino sin mirar por dónde lo hago, me refresco con el frío y caliento mis manos entre los huecos de mi piel. No gires la vista, mira a un punto fijo, llueve pero no te mojas, tiritas pero no es nada más que de inseguridad, te molesta el ruído contaminante, pero por donde pasas hay un cerco en contraste con la realidad, te sientes bien, eres inmune a todo.

El reloj nunca se para, sigue la cuenta atrás acontezca lo que acontezca. Dedicar un segundo para pensar en eso es malgastar un tiempo valioso. Sé que hablo con una objetividad abstracta, casi siempre lo hago, pero hay palabras que por muy ocultas, por muy negras que sean, siempre podrán conformar el manantial más puro y claro describible. Incluso el atleta más portentoso gasta mucha energía para lograr la victoria, todo humano con ideas firmes y directas en la búsqueda de su satisfacción personal tiene que servirse de ayuda, todo lleva su tiempo. Me cuesta elevar el dedo pulgar, pero lo hago. Soy paciente, es mi deber, un coleccionista de errores siempre obra con proyectos a largo plazo, y es cuestión de meses que llegue el momento en que alce los brazos maravillado, suspire libre por haberme llenado de moralidad, esa meta será el comienzo de una segunda vida donde el transporte, el camino y la certeza en lo que hago me hagan más fuerte, más grande, más vivo.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Para contrarestar la soledad... Anna Molly

Escucho esta canción y busco una decisión. ¿Un rato? ¿Un par de meses? ¿Dejo atrás la tristeza y miro esto? Ya no tengo baúl de los recuerdos, ¿qué más da? Pensamiento objetivo, ojos sospechosos por doquier, soy de otro planeta y mañana tendré el universo para mí. Frases incompletas para todos, llenas de significado para una mente objetiva. Una parte de mí.

Eres un fruto seco para mi paladar y una envidia sana que quiero tener. Mejor manera de madurar que postrarme a tus pies no tengo, así haré, así me verán caer. Crearé desespero cuando todo vaya mal, porque soy algo más de lo que aparentan mis actuaciones, soy más que un remedio a la soledad, soy un paso por delante a un juego de indecisión, seré la vena que se cruza recorriéndote el cuello en señal de rabia. Me sentiré orgulloso.

Grítale al viento y habla luego con sus despojos mientras pasas frío. Acurrúcate en la base del presente y amanece sedienta de ese líquido que ya no guarda tu despensa. Marea a tu semejante, incordia tu presencia con pactos que jamás firmarás, vuelve a despreciar tu vida y búscate alguien a quien llamar para que te consuele. Muérdete los dientes como si pudieses hacerlo, anhela lo estrepitoso de tus adentros y llénate provisionalmente de lo que te faltará el día de mañana.

Esto no va para ti, esto no coge el rumbo de tierras nacionalistas. Estas letras quedarán para que nadie las lea, porque no tienen sentido nada más que para la primera persona del singular. Para que pueda utilizarse mi alma como un juego de mesa, primero hay que pedirme los derechos de la misma, y tienen mucho más valor que para lo que se ha utilizado. Ahora, Anna Molly, de rama en rama y mañana a reír de júbilo, sonrisa falsa pero complaciente, sarcástica pero que hace daño.



Una nube cuelga sobre esta ciudad por el mar.
Miro los barcos pasar y me pregunto si estara ella,
allá afuera y sobria como de la soledad.
Por favor persiste, es tiempo de conocernos mujer y hacer un desorden.
Imagino tu rostro en la parte trasera de mis ojos.
Fuego en el ático
, ¡prueba del premio!

Anna-Molly, Anna-Molly, Anna-Molly.

Una nube cuelga y enmudece mi felicidad.
Mil barcos no pudieron regresarme mi señal de auxilio.
Desearía que estuvieras aquí, soy un satelite herido.
Te necesito ya, ponme de regreso otra vez, creame bien.
Imagino tu rostro en la parte trasera de mis ojos.
Fuego en el ático, ¡prueba del premio!

Anna-molly, Anna-molly, Anna-Molly.

Estoy llamando a tu nombre en el aire.
¡Ninguna de las otras se podrá comparar!

¡Anna-Molly, Anna-Molly!

Espera... hay una luz... hay un fuego
desfragmentando el ático.
¿Fe o algo mejor?
Me podría descuidar, sólo quédate conmigo por un rato.
Espera... hay una luz... hay un fuego iluminando el ático.
¿Fe o algo mejor?
Me podría descuidar, sólo quédate conmigo por un rato.
Imagino tu rostro en la parte trasera de mis ojos.
Fuego en el ático, prueba del premio.

Anna-Molly, Anna-Molly, Anna-Molly.

Estoy llamando a tu nombre en el aire.
Ninguna de las otras se podra comparar.

¡Anna-Molly, Anna-Molly!

domingo, 7 de febrero de 2010

Un día gris

La tonalidad de los colores es la descripción perfecta para la explicación de diversas situaciones en la vida. Cuando miramos al cielo y lo vemos ataviado de una chaqueta anaranjada, color rosa o con un punto de fuga azul, sabemos que debemos ir a por nuestra cámara fotográfica; si por el contrario, se cubre de un grisáceo oscuro, nuestro consciente le dibuja una mueca triste a la luna, se nos aburren las expresiones y el alma se nos pone en un puño.

En puro Invierno, el color típico del Otoño puede llegar a tener tanta presencia como ojos para divisarlo. ¿Qué moralidad hay que tener para que ese color nunca aparezca en nuestras vidas? Siempre hay un legado tras la combinación entre el blanco y el negro, si el blanco es la vida y el negro la muerte, el punto intermedio es vivir, y hoy en día no recibe otro color que la mezcla entre dichos tonos. Hoy todo es inexplicable, injusto y doloroso, todo es gris.

Quizás la “materia gris” que alberga nuestro cerebro nos haga ser sensibles. Lo cierto es que si dicha expresión comporta inteligencia, analizando la situación mundial, lo realmente gris sería encontrar a alguien con cierta cantidad de esa materia en exceso. Aquí no me queda otra que discrepar acerca de la asociación de significados de este color, no puede corresponder a algo malo y a algo bueno a la vez. Seré inteligentemente bizco, porque esa es mi visión.

Es duro saber que el no retorno reúne consecuencias inalcanzables. Sentimientos de pésames entrelazados con la positividad de haber mostrado lo mejor de una persona para con el bienestar, una serie de motivos felices por los cuales decirle a nuestra mente que siempre recordaremos, nunca olvidaremos.

D.E.P. un amigo.