martes, 11 de mayo de 2010

Be Yourself

Pulverizado por la realidad, con pantalla luminosa delante, con artilugios de la edad moderna para recordar una no muy lejana (pero para mí muy vieja), hago trazos en forma de recuerdo desahogante, escrituras sobre papel virtual de lo que ha sido mi vida, descartando aquellas cosas que no sean para abrir al público, y publicando otras muchas las cuales considero positivas para lo que me queda de andadas por este mundo en decadencia, o negativas pero con sabor a rectificación gratificante, nunca he escrito diarios propiamente dichos, nunca los escribiré, porque seguir una constancia de la vida es tan efímero como ella misma.

Dicen que nací por la tarde, casi después de la comida. Ahora entiendo el porqué me gusta tanto la cafeína en un “pozuelo” de una sola asa. Dicen que entré a formar parte de unas paredes cristalinas por haber nacido de un color que no era el común para un bebé. Ahora me explico por qué tengo una piel tan sensible, o eso o el que me sacó del vientre de mi madre era racista. También comentan por ahí que desde pequeño siempre he portado gran vitalidad. Aquí no hay explicación, sino ratificación, y gracias que he sido así, porque vivimos en un mundo en el que “mientras vivan los bobos, existen los listos”… digamos que soy un bobo un poco listo. Por último, y esto no me lo han dicho, intuyo que fui algo autosuficiente tiempo atrás, aún cuando no tenía uso de razón, y esto lo digo porque la forma en la que me comporto hoy en día, algo solitaria, buscando más el bien de los demás que el propio, y callándome en muchos aspectos de la vida donde hay que gritar, invitan a pensar que todo ha sido así, y que no me equivoco, porque muy pocas personas podrán saber exactamente mi estado de ánimo viéndome la cara. No soy actor, no soy falso, no tengo bipolaridad, pero sé vivir la vida intentando solventar mis problemas para que esos mismos no irrumpan en la felicidad de otras personas.

¿Infancia dura? No, bendigo mi infancia. No ha sido ni distinta, ni común, ha sido familiar. He tenido apoyo de todos y cada uno de ellos, de unos más que otros, y lo digo sin melancolía ni gestos de desprecio. Cada cual ingería en mi persona un ápice de motividad, cada uno me quiere a su manera y eso es para agradecer. ¿Porqué? Pues porque mi personalidad hoy en día ha sido por el cúmulo de todas esas circunstancias. He aprendido de todos, he comparado los aprendizajes con la realidad, me he mentalizado en lo que es hacer el bien y hacer el mal, he elegido un camino, y ahora tengo mi propia Larousse particular. Todavía, con 24 años, me harían falta otros tantos para poder agradecer a ciertas personas su apoyo. Siempre me han dicho que lo que quieren es verme feliz, pues espero que mis esfuerzos por conseguir eso sean los elogios más sinceros que puedan recibir, el motivo es que cada día que pasa, hoy por hoy, lo soy más, y me dejaré la piel por arrastrar conmigo a otra persona, sea media naranja o media manzana, en esa felicidad.

No he comprado nunca la "Bravo" ni sigo un Diario, soy un humano demasiado conservador en algunas cosas y muy pasivo en otras. Acepto vivir soñando pero sólo si tengo ocasión de despertarme del mismo, cosas de ser soñador a la vez que realista. Cuando formo parte de un cuento, me esfuerzo por realizar mis labores tan bien que algún día llegue a ser el protagonista del mismo, repaso mi papel y siempre quiero final feliz. Como buen lector (permitiéndome el lujo de dar la vuelta a la situación), es bien sabido que todo párrafo de letras, todo cúmulo de lectura, tiene tantos capítulos como el desarrollo mismo de la vida esté dispuesto a ofrecerte, en conformidad a tu actuación. Ayer empecé un "Prólogo", hoy sigo en él, pero aún más radiante.

Antes de escribir, me pregunto por qué lo hago. Antes de levantarme de la cama, intento acordarme de lo último que soñé. Antes de alegrarme por algo, remiro si no será contraproducente a un gesto serio. Antes de lavarme la cara frente al espejo, me aseguro de que tengo cara. Antes de gritar, analizo si es posible hacerlo sin alzar la voz. Antes de cantar algo me remito a una banda sonora como trasfondo. Antes de criticar algo busco motivos suficientes para hacerlo. Antes de ser negativo subrayo las partes positivas. Antes de quejarme invierto ese tiempo de queja en afán de superación. Antes de un futuro sé que ha habido un pasado. Y antes de viejo, he sido adolescente, previamente siendo joven. Antes de una guía, prefiero mi propia realidad. Ser, yo mismo.

2 comentarios:

MaRtiTa dijo...

"Nunca usé un antifaz,
voy de paso,
por este mundo fugaz.

No pretendo parar
¿Dime quién camina
cuando se puede volar?

Mi destino es andar,
mis recuerdos
son una estela en el mar

Lo que tengo, lo doy,
digo lo que pienso,
Tómame como soy

Y va liviano
mi corazón gitano
que solo entiende de latir
a contramano.
No intentes amarrarme,
ni dominarme.
Yo soy quién elige
cómo equivocarme.

Aprovechame,
que si llegué ayer,
me puedo ir mañana.
Que soy gitana.
Que soy gitana.

Sigo siendo aprendiz
en cada beso,
y con cada cicatriz.

Algo pude entender
de tanto que tropiezo,
ya sé como caer

Y va liviano
mi corazón gitano
que solo entiende de latir
a contramano.
No intentes amarrarme,
ni dominarme.
Yo soy quién elige
cómo equivocarme.

Aprovechame,
que si llegué ayer,
me puedo ir mañana.
Que soy gitana.

Vamos y vemos..
Que la vida es un goce,
es normal que le temas,
a lo que no conoces

Tómame y vamos
que la vida es un goce,
es normal que le temas
a lo que no conoces.
Quiero verte volar.
Quiero verte volar.

Y va liviano
mi corazón gitano
aue solo entiende de latir
a contramano.
No intentes amarrarme,
ni dominarme.
Yo soy quién elige
Cómo equivocarme.

Aprovechame,
que si llegué ayer,
me puedo ir mañana.
Que soy gitana."

Shakira, Gitana. Almbun: Loba, 2010.


METÁFORA DEL ABANICO: Cuando nacemos, todos somos iguales, no obstante, tenemos un destino.

Destino que se va abriendo poco a poco mientras tú vas andando paso a paso, por tu camino, tu vida. Vida que tú no elegiste, vida que tú no pediste pero que te toca vivirla a tiempo presente. Por eso es un regalo. A medida que el camino se va formando mientras andamos en él (recuerda, caminante no hay camino...) las experiencias que tenemos van conformando nuevas decisiones:atajos, desvíos, paradas...

Cuando nacemos, básicamente hacemos tres cosas: comer, llorar y dormir. Todos los bebés lo hacen. Sin embargo, tal vez sea por el color de la pared del lugar donde duermes tan plácidamente, lo hacen de distinta manera.

Yo me pregunto, ¿qué determina nuestra existencia en el mundo? Y no me vale la respuesta de la semilla en el útero materno que eso ya lo sé. Me pregunto, ¿quién es el que mueve los hilos de nuestra existencia para que seamos como somos?. Yo nací a finales de verano, de madrugada. Mi padre se fue a trabajar y a las pocas horas tuvo que volver. Estaba atravesada en el vientre de mi madre, me tuvieron que posicionarme a golpe de contracción. Mi nombre viene por descartes... tal vez ahí comience mi existencia, mi destino. O tal vez, lo haga mucho antes. Soy la pequeña de dos hermanas. Se supone que vine al mundo para dar compañía, juegos y diversión a los que ya vivían. Se supone que era la coballa de un intento de responsabilidad de otros. Se supone que tenía que ser la mimada... pero los supuestos son eso, supuestos. La realidad es hoy por hoy bien distinta. Hoy por hoy, con 23 años, no hago nada de lo que se supone que tenía que haber hecho, más bien, mi primera experiencia en el mundo me enseñó lo que es más acertado para mí: atravesarme (obstáculos en el camino), salir a golpe de contracción (aprender caida tras caida) y elegir mediante descartes (ensayo y error). Quizás no sea la mejor forma de vivir. Pero es la mía, la que me define, la que elegí. Quizás haya otras formas más sencillas, pero yo las desconozco. Tampoco me preocupo en encontrarlas porque todo el mundo se queja de su suerte asi que... o somos unos llorones sin pañales o realmente, cualquier otra forma de vida es mejor que la nuestra. También cabe la posibilidad que, con los años, la vista se canse y las cataratas del pasado nos impidan ver con nitidez a lejos. Al respecto, yo veo mi futuro, sentada en mi presente bastante claro: ser feliz.

PD: A tener en cuenta que mi felicidad depende de la felicidad de los otros. Porque pese a todo, nací por un supuesto... llevar la felicida, los juegos y la diversión a quién estuviera a mi alrededor.

Jaco dijo...

Obviando el tema de Shakira, el cual ya te he comentado, aporto mi granito de arena al comentario:

Es verdad que en un primer momento no elegimos el sexo que queríamos tener; cuántos azotes queríamos o hacía falta que nos diese el médico; porqué tenemos el nombre que tenemos y no otro que nos guste más (o menos); porqué tenemos que ceñirnos a una Constitución, por tener un conjunto de reglas de aceptación general, si al igual la que pudiésemos crear nosotros mismos sería más justa y de acuerdo con nuestros intereses generales; o porqué tenemos que ser "Piscis", si a mí me gustaba más la cara de un "Leo"n... si a eso lo llamamos Destino, está claro que es tan diferente como esquivo, eso sí, en sus inicios...

Si nazco entre negros y soy blanco, lo tendré jodido para salir vivo (ley de vida), por lo tanto mi destino será jodido... pero lucho por mi destino, por vivir; si nazco y mi madre fallece porque fui demasiado abultado, y mi padre se muere luego del susto de verme, mi destino será nacer sin una madre y sin un padre, igual lo tendré jodido, pero lucho por mi destino, vivir sabiendo que mis padres estarían orgullosos de mí; si nazco entre una manada de leones, mi destino será aprender a llevarme bien con la leona de mi madre, o viene el capullo de la manada que tengo como padre, y se acabó el destino y la vida... así que mi destino será ejercer como león, con dos cojones...
Esos ejemplos tan bastos quieren decir algo: si bien tú no estás en primer contacto con tu destino, una vez tengas uso de razón (el mínimo exigido), el destino te llegará por los pertinentes actos que realices durante el desarrollo de ese uso de razón. El Destino de ser feliz es muy variado, pero cada persona lo tiene día a día. Como cada persona es un mundo, hay miles de millones de destinos, los cuales no vienen al caso, ni interesa que vengan.
También cabe añadir que dentro de un destino pueden haber subdestinos, pero eso es otro tema de conversación. Yo mi futuro lo quiero mucho más grande que mi presente, más que nada porque ese futuro, si lo tengo que llamar "Destino", me lo labro yo solito, y cada decisión que tome será conforme a esa idea. Si hacer feliz te hace feliz, tenemos un aspecto de ese subdestino en común... (no sé porqué, esto me suena).