1. Cuando era pequeño, mi marca preferida de zapatillas era Adidas. Esas franjas triples en colorido eran llamativas, perfectamente estéticas y hacían juego con las rayas de cualquiera de mi vestimenta. No es que fuese pijo desde pequeño, es que la moda influye hasta en tan pronta edad. Nike o Reebok, gran competencia, pero esos gustos conformaban la variedad de peticiones de la sociedad. También me gustaba mucho aquel producto Nestlé, un toque sutil de alimentación desde el recién nacido hasta el apasionado del chocolate. Hoy en día hago por excluirme de los recuerdos de antaño, utilizar calzado únicamente mirándole la suela e ingerir el menor chocolate posible, ser un poco menos goloso. Hablemos de razones, pues esa amplia gama de productos, y muchas más que aún no conocemos ni conoceremos, son sacadas al mercado por una mano de obra especial. Sí, tan especial que se podría llamar tercermundista. Mientras el consumismo agranda los bolsillos de sus magnates, los mandamases de cada una de esas compañías, la base productiva y artesanal de esos productos sigue siendo pobre. Es como fabricar una moneda de 1 € y venderla en el mercado por 99 monedas más de lo que ha costado hacerla. Por lo menos, cuando todos y cada uno de nosotros compramos productos de este catálogo, consciente o inconscientemente, sabemos que estamos colaborando a darle de comer a aquellas personas que los han creado. ¡Qué gesto de caridad! Cada año que pasa, cada nuevo dígito que cambia el año en un calendario, ¿podríamos desear, aparte de salud, dinero y amor, un poquito de equitatividad? Podríamos alzar la voz y pedir que el Salario Mínimo Interprofesional en España (624 €), como ejemplo, sirva de base también para aquellas personas que trabajan en esas industrias infernales, llevar esa ley a esos territorios, no con política, sino con igualdad. Y pensar que esos seres, que dedican incluso 18 horas al día para poder ganarse su propio salario mínimo (posiblemente no supere la mitad proporcional de un día laborable para aquellas personas que perciban un Salario Mínimo Interprofesional en España) y así tener derecho a la vida… Nunca hay que perder la esperanza, será que la igualdad es como la justicia (siempre llega tarde).
2. Un día llegó a un espacio privado y propio, la ratificación de un cuento que había oído nombrar, que sabía de qué trataba, pero que nunca me habían dedicado (por decirlo de alguna forma). Si fuese posible llevar a cabo lo que dice ese fragmento y llevarlo a la mente de todos y cada uno de los que vivimos en este planeta, si fuese posible hacer ver a la gente que obrando en busca de tu propia felicidad se consigue la felicidad múltiple, se vive más, “hay más cosas para añadir al registro de momentos realmente vividos antes de morir”, un giro radical daría el mundo. Empezar un nuevo año con esa ilusión, con la ilusión de que cada día haya un momento para anotar en el Diario de la Vida y que nunca se borre de ahí, sería el mejor deseo con el que empezar un año venidero. Rezo (aunque no lo haga nunca), porque así sea. Grande Bucay.
3. Donde vivo, 3 de cada 4 personas tienen un vehículo en su casa. Añadiendo ese dato al espacio físico en el que me encuentro, haciendo una impresión mental de lo que sucederá en pocos años, habría que derrumbar una casa cada mes para poder dar cabida a tanto transporte. Si a eso añadimos la superdependencia del petróleo en esta vida, no quiero ni imaginar la velocidad vertiginosa a la que tiene que avanzar un avance científico para un nuevo carburante. Antes de eso, los conflictos se dispararán, y las razones son obvias: Si las grandes potencias se inventan reglas para propiciar una guerra con el objetivo de conquistar pozos de ese esperpento negro, la lógica nos dice que cuando se requiera llenar las arcas más aún vendiendo esa materia prima, se duplicarán tanto los intereses como esos conflictos. Antes se creaban imperios para hacer valer una hegemonía territorial, ahora se crean ejércitos con el fin de implantar una política petrolífera sin límites. ¿Por qué no podemos vivir un año sin que la mentalidad humana supravalore ese obsequio negro, se centre en mejorar la calidad de vida y se busquen otras vías al desarrollo? Ojalá dejemos de ver esos barcos cargados de sustancia racista por los océanos, sería un buen comienzo hacia la estabilidad.
4. La Declaración Universal de los Derechos Humanos estableció un carácter importante de la Libertad Religiosa en todo el mundo. Concretamente, en España, una Ley Orgánica de 1980 deja por escrito oficial su condición de Derecho Fundamental. Mi pregunta es, si como dice este mismo derecho, nadie puede ser arrebatado de sus principios religiosos, ¿por qué tiene que haber aunque sea una persona de toda la población mundial que intente convertir a otro en base a la coacción y violencia? ¿Acaso la historia no debe servir como ejemplo para que el futuro no acabe en tragedia? Las profecías dicen que la Religión será la causante de la división del mundo, de su fin legendario. Yo no soy profeta, ni quiero serlo, pero como todo humano, vivo de sueños y no hay mejor sueño que soñar con un mundo donde las guerras de religión no existan, donde el ser Ateo sirva como modo de expresión de los principios de una persona y no se convierta en la única salvación para vivir mejor.
5. Prefiero ver Gran Hermano que ver el Telenoticias. Esto es una locura, pero tiene una explicación. Salgo a la calle y vivo un programa típico del Show de Truman, monotonía y estupidez cotidiana, un programa basura digno de la sociedad en la que vivimos. Dejarme llevar por las “noticias de última hora” es desalentarme con un conglomerado de sucesos, sustantivos de un mundo en quiebra: asesinatos, terrorismo, muertes y desquicios sociales. No quiero asemejar mis peticiones al mundo televisivo, tampoco quiero vivir en un paraíso, pero que cada año que pase entren por nuestros oídos, vista y mente menos sucesos como éstos debe y tiene que ser el camino hacia la prosperidad. Sabemos que esto es imposible de conseguir hoy en día, pero yo, al igual que todos, deseo esa imposibilidad.
6. Abrir la nevera para paliar la sed o el hambre en un momento determinado no está al alcance de todo el mundo, no sólo porque los productos de ese habitáculo en frialdad no estén en todos los hogares, sino también porque ese electrodoméstico pasa de ser lo común para algunos, y lo lujoso para gran parte de la población; Es bonito ilusionar a un niño con la falsedad de un personaje como Papa Noel, o tres personajes como Melchor, Gaspar y Baltasar, es lo deseable en Navidad, pero el problema es que lo que es tradición para la mayoría, para una minoría es una idolatría triste, porque si los 365 días de un año algunos dedican 2 para ilusionar pidiendo deseos, otros dedican la totalidad de esos días para tener un sueño muy diferente a todos: la esperanza de vida; Si tengo fiebre, puedo tomarme un vaso de leche junto con una Aspirina, si tengo frío, puedo prevenirme un resfriado ataviándome con un jersey, si los males son mayores, puedo acudir a mi médico de cabecera para luego pasar por la farmacia, que pasen unos días, y que todo vuelva a la normalidad. Eso yo, y gran parte de la gente como yo, pero señalizando puntos estratégicos de un mapamundi, esos tres pasos que describo anteriormente son muy diferentes, pues si se tiene fiebre, no hay más que un paño frío en la frente, si se tiene frío, es síntoma de hipotermia o causa irreversible, si los males son mayores, estaremos hablando de que estos dos síntomas tan simples, han acabado con la vida de otra persona más en el mundo, bebé, niño, adulto o anciano. ¿Por qué no soñar en una igualdad de oportunidades? Creo que es la mejor forma de que el mundo, con respecto a la vida, esté mejor repartido.
7. La menstruación del Planeta Tierra cada vez es más irregular. En un espacio temporal no muy lejano, las estaciones en un año eran muy puntuales, no había casi ningún contratiempo, todo encajaba según la época en la que estuviésemos viviendo. Hoy podemos estar en invierno y como si estuviésemos en temporada alta de Hotel de playa y viceversa, hay una alteración en la atmósfera, debida a muchos factores, cada vez es más débil esa franja que nos protege de ese “más allá” universal, la capa de Ozono. “Cuando la contaminación se convirtió en un juego de mesa”, todos jugamos, y lo peor, todos queremos ganar. La pena es que si ponemos un ejemplo nefasto, un tablero de ajedrez, los movimientos sanos de un as de ese entretenimiento, conllevan una alegría en forma de victoria. Si trasladamos la realidad contaminante a ese tablero, la partida entre la humanidad y la Tierra está en jaque, el “Rey” está desprotegido y de un momento a otro se cantará la jugada final. Cuando se cumpla el nuevo año, alcen la copa de Cava, sueñen porque esa partida de ajedrez la gane quien todos sabemos, más que nada, porque si gana la humanidad no podréis levantar nunca más ese vidrio en forma de festejo. Brindemos porque siga siendo así.
8. Si buscáis en los manuales de historia, para el que no lo sepa, el hombre desciende de primates (aquellos que crean eso y que dejen las teorías de Adán y Eva o el Bing Bang como leyendas). Por esa lógica, somos animales convertidos en humanos, pero con descendencia de ese tipo. No obstante, nos han cambiado el nombre, porque supuestamente utilizamos más el cerebro, somos más razonables, pensamos más. Si eso es así, ¿por qué tengo que imponer mi fuerza bruta en forma de paliza sobre otro animal? ¿Por qué si no me cae bien ese perro que me han regalado por Navidades, cumpleaños o simplemente como regalo, tengo que elegir la opción de dejarlo abandonado? ¿Por qué no se hacen abrigos con “mi propia piel”, que se regenera, y tienen que escogerse la de otros animales porque tengan una estructura mucho más estética? La respuesta creo que es simple: no sabemos vivir entre humanos, es normal que no sepamos vivir como animales. Otro deseo más, que el día 1 volvamos a tener los genes de antes, así el día 2 tendremos más respeto que ayer.
9. “Yo os declaro marido y mujer”. Esas palabras no tienen nada que ver, porque, a mi parecer, que un hombre vestido de santo (Iglesia) o de traje y chaqueta (Civil), no acierta o deja de acertar en mis deseos hacia mi pareja. No obstante, es el ejemplo a seguir, por oficialidad, de condenar la violencia de género. Sea tu media naranja o no, esté comprometida contigo o no, es, por encima de todas las cosas, un humano. Hacer actos de prepotencia machista o feminista quitando la vida o invadiendo físicamente a otra persona es blasfemo. De nada sirve matar a tu mujer y luego suicidarte, en caso de que se quiera hacer lo segundo, lo primero debe sobrar. Vivir un año más sin sucesos como éste no es un sueño, no es un deseo, es una esperanza social.
10. Como razones entrelazadas en forma de deseos, se permite la osadía de cambiar tajantemente de tema. Los sentimientos son lo primero que deben regalarse cada año, porque ellos son el 50% de nuestro ser. Desglosar de todos los que se puedan llegar a tener, el del cariño o amor hacia una persona, es un sustento que, si se tiene, la vida se hace mucho más llevadera. Nutrirse en común conlleva una alimentación más completa, también es verdad que tendrás que esquivar baches que no se postrarían en tu camino estando solo, pero el superarlos tiene doble regocijo y únicamente por eso merece vivirlo. En resumidas cuentas, merece vivir otro año más sintiendo así, merece agrandar esa felicidad tantas veces como la vida de la oportunidad de hacerlo.