lunes, 31 de mayo de 2010

24 años, 16 letras

Antes de hablar, maquilla tu respuesta. es don de menos sabios saber cuándo callar, guardando ese silencio para luego dejarlo marchar. Las palabras necesitan que haya paz, hay bullicios que no hacen sino contaminar. Yo hablo por los codos y me abstengo como el que más, y no por ello me tachan de mudo o de Jorobado de Notre Dame. Lienzos llenos de letras, alma y melodías al compás, cartas que son devueltas, sin sellos ni escritos por detrás, alguien que las recibe, las lee todas y las vuelve a enviar. Pasados que son miseria y el futuro quizás vendrá, presentes perfeccionistas no se conforman y van más allá.

Levanto la mano al aire, otra manera de despertar, refuerzo mis dos costillas y voy a por algo que contar. Camino a donde siempre busco conversación, allí la encuentro en las pareces de un triste alrededor. En mi zulo por escelencia, siempre caben dos, pero aún no me quito la ropa, Dios bien sabe que no soy un gran pecador. Me alimento del pan de cada día, suena el despertador de mediodía, y es que todo vale si se convierte en alegría. El día acaba de empezar, las horas pasan, vienen y van, no me preocupo, la espera me droga, me llena de euforia y me desahoga. Paciencia ingrata me obliga a la calma, soy guerra que viene con capa y espada.

Wasabi en el cuerpo y litros de un cuento, juego con fuego y escribo mis sueños. Del de ayer no me acuerdo, era algo perplejo, iba de un niño que despertó sin recuerdos. Las noches pasaron, durmió siendo un ciego, circuito cerrado y dos polos opuestos. Sin más que una pluma pensó que era cierto, y al ver que era falso, se puso contento. Hizo un examen y aprobó con notable, ahora le queda otro tres veces más evaluable. Sacó su carrera y aprendió quién era, aplaudió con gran fuerza y suspiró de entereza. Echa la vista atrás para alzar la cabeza, y camina siempre pensante, pues a alguien le falta una pieza. Nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes, y nunca sabes lo que se gana, hasta cambiar a quien se lo ofreces.

Ayer escuché una canción que hablaba de mi vida, y luego, tras terminarse, volví a repetirla. Mirando mi reflejo siempre salgo ganando, pues hay cosas que el espejo, guarda a buen recaudo. Afianzo mi intelecto con cachos de lo ajeno, pienso, luego existo, a veces soy un genio. Divago muchas veces debido a mi falta de vista, aún así amanezco cada día con una nueva pista. Abro el correo certificado de mi vida, firmo sólo aquello que requiera una gran firma. Trazos de actuación que hablan por mí mismo, reflejos de un ser "Hume" repletos de empirismo. Ahora, aquí, camino con gran fuerza, errar y no hacer nada me llena de pereza.

Yoga no hago, ni pinto, ni canto, relajo mi cuerpo tan sólo escribiendo. Trabajo la mente mirando el pasado, recorto los cachos que me han enseñado. Acepto el presente "mirando el paisaje", me visto de época y elijo el mejor traje. Converso con la Luna a ver qué me cuenta y me dice en voz baja que hace tiempo me observa. Le cuento mi infancia y lo bueno que he sido, al no responderme, sabrá que he mentido. No soy repetitivo y un ser redundante, pero por más que lo intento, se muestra distante. Desisto la idea, por más que ella quiera, y ahí es cuando siempre se muestra sedienta. Una noche más, dos palmos de terrenos, el fin de un pensamiento que siempre he echado de menos. Me centro en un punto, no quito la vista, entre el "nomos" y el "phisis", ojeo una revista.

Silbatos del alba, rumor de reencuentros, el sol ha llegado, café y al asiento. Anécdotas varias, presagios colosos, un mar de calmas envisten navíos de deseos. Preguntas constantes insignificantes, respuestas vibrantes y siempre expectantes. Actualizaciones, letras de canciones, velar por las ansias sin connotaciones. Miradas perdidas en dos direcciones, lamentos y penas escriben visiones. Trazos tras trazos de investigaciones, llenar la "mochila" de mil intenciones. Jugar a ese juego que nadie relata, tentar a ese astro color escarlata. Contar con los dedos, sumar los momentos, restar todo aquello que niegue ese sueño.

Beber y beber, olvidar por olvidar, disparar al aire y volver a comenzar. Escribir un cuento sin mirar en su destino, acompañar con versos cada parte del camino, sufatar las ortigas que por fuerza brotan, y afianzar los pasos en señal de una victoria. Desprevenido, afronto plazos, me olvido de muchos otros que hablan de fracasos. Flechas que me tienen como diana, apuntan al centro, fallan y vuelven a disparar mañana. Indirectas llenas de falsedad, soplos del viento castigan la ansiedad, hoy reviento en ganas de mostrar por dentro mi verdad. Llega el momento de crear montañas de videncias, no soy mago ni por el estilo, pero soy fan número uno de todas mis creencias. Atento a los atajos, soy mucho más que trabajos, los cojo sólo cuando estoy cansado de caminar siempre de lado a lado.

Entre minuto y minuto, paso un buen rato, si a veces soy tonto, no es para tanto. Desciendo de monos hermanos, por eso del "Sapiens Sapiens", no obstante soy un poco más listo, ¿será que soy adoptado? A veces de mente prodigiosa, que a veces peca de golosa, y es que como humano, no me conformo con cualquier cosa. Simpatizo con la ironía, la peor forma de caer mal, pero esto es el pan de cada día, sabemos que a una de arena, otra de cal. Si me insultan piropeantes, muerdo mis labios risueños, el efecto hacia un prepotente, es mostrarse "pequeño". Si el piropo es ser perfecto, igualmente lo rechazo, el mundo está hecho para seres de 95% físico, y el restante de intelecto.

Yield de mis actos y valores, la experiencia es uno de mis patrones. Guardo una caja llena de corazones, en su día hablaron, hoy sólo son simples oraciones. No obstante escucho lo que dicen, hablan en bajito y silencian si oyen pasos, lo mismo que hacían al estar en mi regazo. He aprendido de ellos, tanto que ahora el mío está lleno de remedios. Ha pasado mucho tiempo, y olvidé mi nombre alguna que otra vez, pero no me desmoralizo, se siempre cómo me llamo aunque tenga memoria de pez. Para el dolor de garganta, bebo agua; para el malestar, una cama; eso sí, no hay remedio que cure la fama, lo único que se puede hacer, es asegurar con buenos actos la misma.

Obviar un problema es dar paso a un ejército de miedos, afrontarlos, sobredosis de recuerdos. Escudo para las adversidades, falsedades combatidas con verdades, mentiras que se estrellan con la pared. Insolencias de ángeles que han perdido las alas, obsequian presencia para venir a buscarlas, volar no pueden, pero están confiadas. "Reviento en ganas de saber quién soy, me falta poco pero no será hoy", frentes abiertos donde quiera que voy, busco mi leña como buen "Boy Scout". Enciendo una hoguera, relatos de terror, me calienta la pena, ya no guardo rencor. Ira pasajera, penas que se pasan, aún queda carretera, a ambos lados la felicidad espera.

Untar el pasado con el presente, hacer una mezcla y pegar baldosas, caminar sobre ellas sin dejar de ser paciente. Estaciones del año como promesas, verano, otoño e invierno lleno de sorpresas. Cantar para armonizar las ansias; escribir para pasar las horas; soñar campos de amapolas; y jugar a eso que no has hecho, y que tanto añoras. Dejando el Atlántico para ganar motividad y cruzando estrechos de mortaldad, el Mediterráneo espera con mirada de humildad. Un viaje que acaba de empezar, un trayecto lleno de paz, dos años de espera que dudé en aceptar, me hicieron esconderme tras un disfraz. Ahora el pesimismo muere de envidia al verme saltar, y no es para menos, tengo razones para tener que triunfar.

Realista profundo, empirismo en estado puro, sigo siendo rico aunque no tenga un duro. Clase obrera en cuanto a sociedad, eso sí, nobleza hablando en términos de sinceridad. Vivo siendo buena persona, siendo un Don Juan, vivo siendo buen amigo, y moriré así aunque en mi lápida no lo digan. El mejor regocijo para el alma es tener la capacidad de llenarla cada día, el don de ir siempre en aumento en ese almacenaje es en lo que se caracteriza la mía. Afán de superación, también, en ese sentido es lo que quiero, aunque es verdad, también, que a menudo pienso tanto que no me acuerdo de lo que pienso.

Sentir desconfianza es una buena razón para ser humano, intento ir siempre en contra de la evolución con sólo dar la mano. Dar siempre amistad a quien te pide ayuda, aconsejar es siempre una buena postura, llevarte palos al respecto, la recompensa vertida en amargura. Hoy eres una rata, mañana lo mejor que hay, es que no puedo ir en contra de la Ley de Say. Me acuerdo de los años y los cuelgo en el tablón, los veo siempre que puedo como gesto de ambición. Recorto los cachos para hacer manualidades, desde el día que dejé de ser Virgen para ser Dios, hasta el momento en que me enteré que los Reyes eran los padres. Hoy, no tengo de profesión artista, pero cuando hablamos de puzzles, soy un ser muy optimista.

Enero y alguien deja de contaminar, Junio y cada vez menos que estudiar. Si "bebo" es que bebo mucho y sino, que no me emborraché, daría lo que fuese para cambiar mi ser adulto por el de un bebé. Si "fumo" es que fumo mucho, si no lo hago lo tengo que hacer, todos los vicios apuntan que al dos lo acompaña el trés. Princesas sin sus castillos, errores que tienen pies, en busca de un laberinto en el que perder mi ser. Arder sin un motivo, consumirme como cartón, y qué si al final de todo, todos terminamos siendo carbón.

Lugares, protagonistas y trincheras, adiós por un buen rato y vuelta al a guerra. Planes bien trazados, actores consagrados, zanjas llenas de secretos, bienvenido a un nuevo mundo, ha merecido cruzar la frontera. Ahora que miren desconsolados, con los ojos encharcados, decisiones de hace tiempo que hoy ya no ganarán escaños. Mirando hacia abajo todo se ve pequeño, hoy he llegado aquí y seguiré creciendo a base de empeño. Pergaminos de palabras jamás devueltos, se leerán de nuevo al saber que ya están muertos. Aparco en mi "destino" con los brazos bien abiertos, respiro como nunca, y pienso para mis adentros, un "Joven Aprendiz" que siempre tiene final para sus cuentos.

Finales de un ciclo, comienzo de otros, despensa repleta de fechas en el calendario. Tatúo mi cuerpo con dos palabras, no son insignias, ni signos, ni líneas, son el legado que corre por mis venas. Mañana la tristeza se alegrará de verme feliz, me ayudará con las malas hiervas, arrancarlas de raíz. Sentir la libertad que no tuve en su tiempo, hacer aquellas cosas propias del ser que quiero. Ganarle tiempo al tiempo, reír y llegar primero, vivir el día a día muriendo por ser el mismo. Que nadie cambie tus principios es un buen principio, guiarte por la multitud la puerta al precipicio. Recorrido tras mis pasos, reflejo del paso de los años, personalidad que se ha forjado juntando todos mis pedazos. Hoy por hoy, no duele mi espalda, BE YOURSELF, mi Ángel de la Guarda.

3 comentarios:

MaRtiTa dijo...

(*)Mañana(*), como hoy y como ayer. Todo sigue igual. Alzo la voz y nadie me escucha. Callo, prefiero no molestar. 5km. de desconsuelo y un par de años de soledad. (“…entonces entendí que aunque te amaba, tenia que elegir otro camino”). Intento levantar cabeza pero me vuelvo a equivocar (“Escucha bien amor lo que te digo, pues creo no habrá otra ocasión para decirte que no me arrepiento de haberte entregado el corazón.”). Hablo. Alto y claro. El eco de mi voz retumba en mi cabeza. Nadie mira, nadie escucha (“…la esperanza es lo ultimo que muere y, sin ti, ya la he perdido”). Me conformaré con soñar. (“¿Que puedo hacer? Llueve por dentro el corazón me duele y se deshace. Pienso en ti, quiero volar y remontar esta tristeza para escaparme…”).

Tiempo de deportes, tiempo de ocio, diversiones, críticas y ganas de protestar. Peinetas que se alzan reivindicando justicia, sosiego y tranquilidad. (*)Ironías(*) que se pronuncian y de nuevo alguien con quién charlar. (“..hoy estas aqui y se que no te iras, serás mi música…”). Privados tras privados, comenzamos a jugar.

MaRtiTa dijo...

(*)Sale(*) la Luna. El Sol descansa, se oculta. Como la multitud. Invisible aparece ella. Plata, limpia, reluciente. Observadora y protectora. Expectante y vigilante. Cómplice. (“…y una noche al fin la luna se encendió, te vi, fue mágico…// Nadie pensó. Pero sucedió. Lo que temíamos que pasara entre tu y yo//. Estoy a punto de emprender un viaje con rumbo hacia lo desconocido”). (*)Una(*) ventana que se abre, un viaje que comenzó tiempo atrás. Viaje sin retorno, viaje para no volver. (“Hoy amanecí con el deseo firme de continuar nunca tuve tantas ganas de entregarme hasta el final el temor se ha ido”). La noche avanza. Otra ventana se abre. (“Todo cambio cuando te vi, de blanco y negro a color, me convertí. Y fue tan fácil”). No hay luz, no hace falta. Ya no. Las maletas recién hechas indican que no hay vuelta atrás, el viaje comienza y el juego continúa (“Y cada vez que miro al pasado. Es que entiendo que a tu lado. Siempre pertenecí”). Próxima parada: your life, my life, our life. (“Tú has llegado a encender cada parte de mi alma, cada espacio de mi ser…”). Lo más profundo de cada uno, se hace más visible. Necesitamos unas gafas para ver, unas gafas especiales que nos permitan adentrarnos en lo más profundo sin hacernos daño (“Escuchado mis latidos que gritaban fuerte tu nombre. Me bastó sentir para entender y saber hacia donde vivo con la idea de entregar y aprender ha amar”).

(*)El(*) reflejo en el espejo duele. Duelen los errores, duelen los años y algunas decisiones. Tiempo atrás, no supe pensar, no supe sentir no supe discernir. (“Siempre fui esclavo de la libertad, de esos que saben flotar y que besan el cielo. Y hasta a que apareciste por ahí, decidí aterrizar…”). Esto es, tiempo atrás. Ahora ya no, ahora renací, ahora soy yo quién decide. Ahora pido tiempo porque lo que siento es muy profundo porque la distancia hace mella en este mar de cariño. (“… vivo con la idea de entregar y aprender ha amar. Este amor eterno es mi bendición un presentimiento esto es para siempre…”). Momento a momento, confesión a confesión, abro mi cuerpo, mi ser, mi alma. (“Vuelo entre tus alas, despierto entre tu alma. Y mi paz, en mi, ya son. Viajo en tu mirada, me elevas: soy mejor, de lo que fui, por ti…”). Me hago vulnerable. (*)Ñoña(*), me vuelvo ñoña, sensible y delicado. (“Ayer a nuestros labios les sobraban las palabras, por que en los ojos nos espiábamos el alma, no vacilaba tu mirada. Nos prometimos conquistar el mundo entero, tu me juraste que este amor seria eterno. Porque una vez equivocarse es suficiente, para aprender lo que es amar sinceramente… ¿Qué hiciste? Hoy destruiste con tu orgullo la esperanza, hoy empañaste con tu furia mi mirada. Borraste toda nuestra historia con tu rabia y confundiste tanto amor que te entregaba, con un permiso para sí romperme el alma…). Seda envuelta en acero. ¿Quién será el herrero encargado de arreglar tal estropicio? (“Yo nací marcado con tu amor, yo sentí tu respiración. Yo crecí soñando con tu piel”).

(*)Otra(*) noche más. La luna se asoma, brilla con más fuerza, en el horizonte más grande que nunca, se acerca y nos susurra. Vientos de otros tiempos puede que soplen. “Agarraros el uno al otro y guarecer al temporal”- decía la señorita Escarlata. (“Soy un velero en el mar del pasado y sigo así, un soñador sin noches. Un alma sin destino que paga por sus errores y no pueden dejar de amar, y no pueden dejar de esperar. No pueden perder al final y no pueden olvidar…”).

MaRtiTa dijo...

Pasan los nubarrones y se acabo el temporal. El sol brilla. (*)También(*) más que nunca y en mí, de nuevo, vuelve la paz. (“…contigo aquí el mundo me abre sus brazos, el tiempo gira despacio soy el guardián del calor de tus labios. Si vuelvo a tí seré quien guíe tu norte, el faro de tus sentidos que te querrá para siempre”). El sol seca las aceras, el mar vuelve a la calma. La tierra gira sobre si misma y todo vuelve a la normalidad. (“Llueve y las aceras están mojadas. Todas las huellas están borradas: la lluvia guarda nuestro secreto… Cuento las veces que el Sol espera para secar de lluvia la acera, para secar de lluvia el tejado….”). Avanzamos en el viaje. Otro paso más. Pequeño. Tal vez insignificante, invisible para la multitud pero brillante, verídico y certero para quien sabe esperar. (“Nadie pensó pero sucedió lo que temíamos qe pasara entre tu y yo. No se planeó, ni siquiera lo vimos venir. Pero era tan obvio qe nos sorprendio a los dos. Y cada vez qe me llamas se agita mi mundo y vuelvo a soñar y cada mañana desde mi ventana…”). (*)Un(*) día tras otro. La espera se hace eterna, pero los días pasan y la promesa de volver se hace más y más fuerte. (“Escapémonos por necesidad. Nos debemos tanto… si el amor esta, no hay porqué esperar el dónde o el cuándo…”). Cambiamos el lugar, cambiamos el entorno, el tablero de juego y también el sentir de los versos. (“Escapémonos tan lejos de aquí. Distantes de todo en la oscuridad, donde no haya más que ver en tus ojos. Escondámonos de la multitud, del absurdo día a día. Donde todas esas cosas que perturben, no estén mas en nuestras vidas…”). Nuevos tiempos esperan, los abordaremos con ilusión, soñar es nuestro legado y encontrarnos, nuestra pasión. (“Aprendí a amarte sin querer. Yo presentí. Tú tenias que ser, supe que te iba a conocer // Te llevo en mi por siempre, fui hecho para ti. Yo te imaginaba así... estabas dentro mío. Desde antes del amor ya eras parte de mi corazón // Desperté mi sueño es realidad descubrí la felicidad. El destino no podía fallar”).