Ser humano no es fácil, requiere un gran esfuerzo mental para no convertirse en una distorsión público-terrorista con el fin de hacer saber la existencia de algo/alguien a través de la violencia, coacción e intimidación:
Llegar al borde de un precipicio para quitarse los problemas saltando al vacío, cortarse las venas para vaciar el flujo de ese líquido rojo pasión vital para que puedas seguir la línea esquizofrénica.
Hoy puedes ser una persona sumamente respetable y mañana levantarte en una cama para que te digan que has estado 1o años de tu vida "durmiendo" plácidamente.
O ser una persona radicalmente independiente, que escoge únicamente aquellas cosas que le interesan de la Larousse de la vida, y como no se asemejan a la opinión social predominante, convertirse involuntariamente en un marginado, expropiado de su condición de ciudadano por otros que se creen mucho superiores a él.
O lo contrario, ser una persona acomplejada moral, física y personalmente, llenándose de furia interior, un sentimiento de fracaso y desprecio propio que le hacen apartarse, esta vez sí, voluntariamente de aquellos, TODOS aquellos que forman la colectividad, porque son mejores que él/ella, una neurona egocéntrica de su cerebro así le hace pensar.
Vivir por y para una religión es respetable siempre y cuando seas tolerante hacia aquella gente que no se arrodilla y mueve los brazos en forma de "U", que no sigue tus pasos porque prefieren hacer un corte de brazos en forma de "T", pero es despreciable cuando la religión se convierte en un sentimiento demente de propagar matando al semejante a través de una historia de superación porque tu filosofía de religión sea la "raza única".
La política establece las bases de una convivencia pacífica y llena de armonía, intentando llegar al modelo del "contrato social" como ejemplo, pero cuando se quiere agrandar la política "llenando mis arcas petrolíferas a costa de las que posees tú", se pasa de una política de convivencia hacia una política de ego, opresión, supremacía e intento de "dictadura estatal".
Es estupendo sacarse la lotería de Navidad, optar a un premio gordo de “no se cuantos” millones de Euros, pero igual que se propaga en orden constitucional la Igualdad de todos los individuos, debería haber una igualdad a la hora de posibilidades hacia la compra de billetes para tentar al azar, porque recordemos que un 40% de la población mundial, no es que no opte a ese billete de lotería, es que no opta casi a una taza de arroz para dar de comer a su familia. ¡Viva la Igualdad!
Con utilizar la lógica, característica previsible del humano, se sabe de sobra que somos herencia de los “primates”, al igual que esos “monos”, somos animales, así que deberíamos tratar con el mismo respeto a todos aquellos que son de la misma referencia semántica que nosotros, desde un pájaro hasta un oso, aunque no tengan DNI o Pasaporte, no por eso tenemos que demostrar nuestra superioridad discriminándolos en forma de maltrato. Así únicamente se demuestra una cosa, ¿quién es más animal?
¡Qué inmenso es el Planeta Tierra! ¡Qué grandezas esconde! ¡Vaya si es grande que todavía nos quedan cosas por conocer dél! Pues qué pena, porque antes de que conozcamos todas esas virtudes ocultas que tiene, todos y cada uno de los que estamos viviendo en él, por pagar justos por pecadores, por ser humanos, el ser destructivo que desde pequeños nos han enseñado a ser, vamos a posibilitar que de un Planeta habitable se pase a un “simple” punto negro en la inmensidad espacial. ¿Qué os parece? La recompensa a la destrucción, el premio hacia la inocencia en forma de estupidez monumental y, por supuesto, humana.
Nos pintaron con acuarela un mundo de materia prima inacabable, nos dijeron que esto era para siempre para evitarnos los traumas de no vivir la vida con total moralidad, nos contaron un cuento del leñador feliz, pero no nos contaron el cuento del árbol que contribuye a la felicidad del leñador. Ahora el leñador es un egocentrista y el árbol una especie en peligro de extinción. Me pregunto qué cuento para niños saldrá de esa realidad. Sólo hay una manera de que el “arbusto” se convierta en grande, y es dejarlo crecer, pero como el humano hay veces que no sabe cómo dejar crecer ni a su propio hijo, pasa lo que pasa, materia prima y no prima, animales y menos animales, naturaleza verde y menos verde, pasto ciego para un humano vizco, pasto con duración limitada. El agua potable, otro ejemplo, tiene un estanque de capacidad mundial, pero esa mundialidad consumista hace que el más grande y sobrenatural de los estanques llegue a su fin. Una cosa intrépidos: el petróleo, el gasoleo, se puede cambiar por otro tipo de energía que nos haga ser más vagos; pero el agua, cuando deje de ser consumible, salada es mucho más asquerosa y, además, mala para el corazón.
Revolución Industrial del S. XVIII y “boom” del desarrollo mundial. Gran avance. Año 2009 y mayor tasa de contaminación en la historia de la humanidad, capa de Ozono pendiendo de un hilo e infinidad de científicos intentando buscarse un hueco en los libros del “propósito humano” haciendo un invento para reducir esa tasa. Yo hago una apuesta, antes de que se cree esa nueva invención, ¼ de este suelo que estoy pisando ya se habrá ido a la mierda.
La libertad de expresión es algo que no creo que ya nos puedan quitar, eso es un tesoro que muy pocos saben utilizar, porque se debe utilizar dentro de unos márgenes que abarcan la sinceridad, la razonabilidad y el respeto mútuo. Cuando se quiebran esos principios dejaremos de ser personas como tales, para empezar a ser bestias típicas de una película de ciencia ficción. Buscar el beneficio propio siempre es bueno, pero pensar que ese beneficio puede servir de base para un mundo mejor debe ser un objetivo prioritario. Lástima que algunos sabios de tiempo atrás hayan muerto en vano, no porque no hayan dejado tesis suficientes, sino porque su legado ha quedado en el vacío, nadie ha isnpirado, continuado y divulgado prudentemente sus ideas. Y digo esto, porque sino estaríamos ante un mundo privilegiado, perfecto y no en un mundo de lucha de todos contra todos, de un afán de superación moral y personal que conlleva a la supremacía de la raza, de blancos contra negros, de ricos contra pobres, de listos contra bobos.
Una pena seguir la “Regla del garrote”, es más fácil eso que ceñirse a una Biblia personal de principios, pues pocos son los que viven su vida y no se guían por acciones de los demás. Hoy en día la sabiduría más preciada es aquella que te hace dar un paso sobre otro sentando las bases de tu futuro, un futuro negro, un futuro que más vale crearse por tu propia cuenta que depender de aquellos que te lo quieran poner sobre la palma de la mano.
Yo me guío por una regla de Albert Einstein: “Quien nunca ha cometido un error, nunca ha probado algo nuevo”. Gracias que esos errores te hacen no tropezar dos veces sobre la misma piedra. ¡Qué viva la filosofía de la vida!
6 comentarios:
Buen prólogo!! la cosa es que ya leí otras entradas entonces, lo entiendo ahora mejor. Es algo así como los temas introductorios que son de historia, que cuando lo lees al principio no te enteras de nada y cuando lo repasas tras estudiar el resto, te enteras de todo. Yo de historia no voy para nada sobrada asi que, a no ser que tu quieras explicarme algo, prefiero cambiar de tema.
El contenido de esta entrada es muy variada. Como siempre, tiene un toque realista-pesimista, una frase mítica y una duda en mi cabeza: si tanto dices que el que nunca comete un error, nunca ha probará algo nuevo... no crees que este error tan grande que está cometiendo el ser humano en todos los ámbitos de la vida (medioambiente, laboral, sanitario, social, político...) puede que sea el preámbulo de algo nuevo que tal vez sea mejor??
Es una posibilidad, claro que, me gustaría vivir para verlo, o por lo menos, para ver cómo lo que de mi útero salga, previo acto sexual y planta de semillas, lo pueda ver y disfrutar.
En cuanto a la tolerancia y a la libertad de expresión, bueno eso de que no nos lo quitan... hay a quienes nunca se la han dado y a quienes se la dan pero la guardan en un baúl, el del olvido. Y no me refiero a personas que, lamentablemente, viven en países donde ni tan siquiera se plantean eso. Me refiero a personas que han luchado por levantar países, por crear una familia, criar a sus hijos, a sus hermanos y, por si no fuera poco, a los hijos de los hijos. Me refiero a personas que trabajaron de sol a sol, mañana, tarde, noche y madrugada, sin cobrar o cobrando pero sin que quedara constancia de ello. Personas que aguantaron humillaciones, insultos, burlas e incluso bofetones, patadas y otros golpes. Me refiero a esas voces que, a pesar de nunca haber gritado, han sabido hablar, voces que se van apagando poco a poco. Me refiero a esas mujeres de la postguerra. A mujeres como tu abuela y la mía. Mujeres que luchaban por un mundo mejor cuando no tenían nada. Y todo para que yo ahora tenga la posibilidad de decirte estas palabras. Quizás es a esas mujeres a quienes les debas ese "Don" de escribir. Que es tuyo y nadie te lo quita. Es tu firma, tu vista, tus impresiones, ideas, tu esencia y todo tú el que se refleja en esas líneas pero no te olvides de dónde vienes para no perderte en el adónde vas. Quizás ese sea nuestro desoriento y quizás por eso estamos dónde estamos. Porque se nos olvidó de donde venimos, que éramos antes de tantos lujos y tantos consumismos, contaminación, enfermedades...
Como esta es la primera entrada y se supone que es el empezar de todo. Mi empezar no empieza conmigo, sino con mis orígenes y como el orígen más remoto no puedo saber cuál es, me remito al que conozco, al que he visto y al que pronto dejaré de ver. A mis abuelos, a todos los abuelos y sobre todo a ellas. Para que su voz se escuche, aunque sea a través de la mía.
Estos cachos de letras, hablando con sinceridad, los he guardado en muchos discos duros. Tendría 20 años cuando los escribí, como pasatiempo. Claro que he añadido cosas y modificado otras :)
Yo no estoy tampoco muy enterado de Historia, así que tranquila jajaja. Haz como yo, "mientras no olvides la tuya, tampoco estás tan perdida".
Eso que dices de que todo esto pueda cambiar a mejor, creo, y esto es una opinión que muchos compartirán conmigo, que es algo imposible. Ver la mentalidad de la colectividad hoy en día; ver que poco a poco los valores van degenerándose hasta convertirse, uno negativo, en el modelo de vida por excelencia; ver cómo los datos positivos al respecto no paran de bajar, mientras que esos que nadie quiere no paran de subir; sería muy arriesgado que todo esto esté pasando para una mejora, más que nada porque esa mejora se llamaría "milagro". No creo que eso suceda, así que esa semilla que ponga YO para, voluntariamente, dar mi apellido a quien daría mi vida, será con unos valores que crea que son correctos, para rezar (aunque no lo haga) y al llegar a ser abuelo, pueda ver que he obrado bien, sabiendo que es una tarea difícil no, lo siguiente.
Otra cosa, yo nunca he olvidado el porqué estoy aquí, es más, cada día que pasa soy más consciente de ello, y más generoso al respecto. Pero, una cosita: tú hablas de abuelos, si hoy en día no se respeta ni a una madre, ¿qué poder de persuasión tiene la madre de la madre? Aprovecha a regalar esas palabras, porque las sientes, pero recuerda siempre, que como tú, haciendo referencia a ese tema, hay 2 de cada 5 personas en el mundo.
El toque pesimista, es fiel a mí, no porque me guste más llorar que reír, sino porque la inspiración que me llega, hasta el momento, es negra.
No te quito la razon, solo la matizo. Cierto que hoy no se respeta ni a una madre pero el respeto hay que ganarlo y también saberlo producir. Te recuerdo que la palabra mamá (como papá) no lleva implícito una semilla creciente en un útero. Es cierto que los valores van dejenerándose pero, ¿quién se encarga de mantenelos, trasmitirlos y ponerlos en práctica? Los adultos.
NO puedes exigir a un niño (y menos a un adolescente) que tenga unos valores, unos ideales que tu no tienes. Por ello me remito a los abuelos. Porque son ellos los que educaron a tus padres, fuente de la educacion de tus hijos. Es una cadena. Y mejor no romperla.
Es verdad, se puede llegar a ser madre sin pasar por un hospital, y se puede llegar a ser hijo sin tener la sangre de tu madre...
Pero tanto el hijo de una madre como el hijo de otra madre pero hijo presente de "esta", es igual de delictivo que la propia semilla sacada a la luz.
Es lógico que la educación de una madre se base en la educación precedente de unos padres de los padres. No obstante, eso lo sé, y veo que es el paso a seguir. Por eso mismo, me remito a los valores que pueda adquirir el joven, porque está demostrado QUE LA SOCIEDAD DEGENERA LOS BUENOS VALORES. Mi madre me puede dar una educación, que cuando salgo a la calle la convierto en materia inorgánica.
Si el hijo no es capaz de añadir a la educación que le han dado sus padres una educación propia y correcta, no habrán ni padres, ni hijos, ni mundo ni nada que elogiar en un futuro, habrá lo que siempre he dicho que va a haber sin ser vidente: lucha sobre la lucha que hay hoy, intolerancia y más muertes que nacimientos. No es que vea todo negro Marta, sin ver las noticias, prejuzgo razonablemente.
Justo la respuesta que esperaba: Los padres no monopolizan la educación de los hijos. Tema-debate que me sirve para hacer otra pregunta que además es de tu campo... dicho esto, teniendo en cuenta que la educación es algo que nos hace responsables a todos, ¿crees que con la reforma de la ley del menor (si la hay) se solucionarán los problemas?
No, claro que no. La educación tiene unos valores mucho mayores a la ley.
Además, recuerda que la ley está para saltársela, así que lo único que pueden modificar con eso, es todo de ámbito coactivo, medidas represivas. Es como intentar solventar un problema adelantándose a él, empezar a leer un libro por el final, gritar antes de recibir un golpe.
La solución pasa por acrecentar las facilidades a los padres, bien por leyes, bien por teorías de acatamiento, para una correcta educación a sus engendros. Digo esto, porque incluso hay padres que tienen que aprender.
La solución no está en la ley, sino en las ganas que tengan los padres de ser buenos padres.
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