jueves, 8 de octubre de 2009

RAGE AGAINST THE MACHINE (Capítulo I)



















En este capítulo primero de esta "especie de cuento" que voy a hacer, explicaré, a modo de recuerdo personal, cómo conocí este grupo y cómo pasó a formar parte durante mucho tiempo, hasta su separación, de mi grupo por escelencia en el panorama musical.

Ahora siguen estando presentes en cualquier disco de música que haga para regocijo propio, siguen estando en mi mente como aquel grupo que me cautivó con su sonido extraño para algunos e inmenso para otros. Dejaron un legado de canciones que se caracterizan por su motividad crítica hacia la política y sociedad del momento, tan crítica que muchos de sus opositores establecían dentro de sus críticas que era un grupo incomprensible, porque muchas de sus letras contenían un diccionario propio, imposible de descifrar. Esas palabras, para muchos se quedan en un simple comentario crítico sin forma alguna de productividad, porque quien haya escuchado todos sus discos (me uno al club), sabe de sobra de qué hablan y el porqué de hacer caso omiso a ese tipo de opresiones en forma de palabras. Escuchad y callad, creo que no es difícil de entender esa expresión...

Hubo un día considerado como especial para una persona, para mí un día más, el 3 de Agosto, mi cumpleaños, donde quien ahora es uno de mis mejores amigos, me regaló un Cd con tres de sus canciones más un video adjunto. Ahí fue cuando empecé con ímpetu a culturizarme y saber de RATM. No os cuento cómo y qué sentí al escuchar el arsenal de canciones que, una tras otra, podrían tener la máxima puntuación en cualquier lista de reproducción.

Punto y aparte momentáneo, poner las cinco primeras canciones que más invadieron mi intelecto no es publicar una simple entrada, es un honor para mí.









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