Es increible el efecto que puede tener un simple trazo gráfico, un simple gesto escrito, un símbolo, en una persona. Remontándonos mucho tiempo atrás de la existencia de algunos de los que pueden estar aquí presentes, ya los símbolos se han utilizado incluso como forma de comunicación. Hoy en día la simbología adquiere un papel muy importante en los principios de una persona, pues abarca muchísimos aspectos de la vida, desde un simple juego de cartas que te puede predecir el futuro; pasando por diferentes culturas/religiones (más o menos justas) que toman como referencia un símbolo que elogiar; llegando hasta algo tan sencillo gráficamente, pero tan fuerte emocionalmente como es un escudo.
Aquí se demuestra que hasta la mayor frialdad que puede caracterizar a una persona puede ser combatida con este tipo de sentimientos, y desde aquí publico al mundo que uno de esos sentimientos que circulan dentro de mí es un escudo, el escudo del Valencia CF.
Desde muy pequeño, ayudado por mi gran amor hacia el deporte, he seguido muy de cerca el fútbol. Allá por mis cinco años ya tenía signos de preferencia hacia este equipo, que no tardaron en afianzarse en mi mente. No vivo donde mismo crece la sede por herencia de ese sentimiento, en la ciudad que da nombre al equipo, pero para ser partícipe de esa pasión y que sea tan real como la de aquellos que físicamente están más cerca, no hace falta más que abrir el corazón, y el mío tiene un color anaranjado.
La fidelidad, igual pasa hacia una persona que hacia un ente deportivo, hace que te centres física y mentalmente en lo que tienes, interiormente crees y ratificas que es lo mejor que puedes tener, las valoraciones hacia terceros se quedan en simples aceptaciones de respeto y sinceridad, así gira la vida en torno a un equipo, aunque no tengo más que mirar en la historia, levantar la cabeza y decir orgulloso que pertenezco en sentimiento al mejor club que puede haber, y ese pensamiento, esa fidelidad, la mantendré hasta el fin de mi existencia, por muy corta o muy larga que sea.
Hablar de jugadores es una cuestión superficial: los que han estado y marcado una época serán emotivamente recordados, guardados en las arcas de la más agradecida memoria, postrados en fotos en la galería histórica del club; los que están en el presente son vistos como un conjunto, como futbolistas que mantienen viva en cada partido el más grande afán de la multitud taronja en disfrutar a base de euforia, como los que continúan el legado de los que han venido atrás; y los que están por venir serán considerados como los sucesores de seguir haciendo grande la historia y relevancia de la entidad; ahora bien, todos y cada uno de ellos, juntados en un mismo marco temporal, pasado, presente y futuro, forman ese escudo al que todo ché brinda su alma.
La afición de este equipo, en la que orgullosamente me incluyo, es de un carácter ilimitado. Esta marea naranja de multitudes, que une fronteras, que tiene seguidores desde todos los puntos del Planeta Tierra, han llorado un fracaso, han mantenido una ilusión que luego no se ha convertido en realidad, han sufrido momentos de dureza deportiva, han gritado injusticias y han reido de felicidad por miles de victorias, han aplaudido acciones y criticado decisiones, ha exigido y animado como nadie, ha salido a la calle para festejar y se ha metido en la cama con un nudo en la garganta, ha vivido momentos irrepetibles y ha sentido impotencia en muchas otras ocasiones; pero lo mejor de todo ello es que se seguirá repitiendo, vengan los momentos que vengan, pase lo que pase continuaremos portando el mismo sentimento, día tras día alzaremos la voz y seremos oidos, ¡para siempre y hasta la muerte, Valencia CF!
Desde muy pequeño, ayudado por mi gran amor hacia el deporte, he seguido muy de cerca el fútbol. Allá por mis cinco años ya tenía signos de preferencia hacia este equipo, que no tardaron en afianzarse en mi mente. No vivo donde mismo crece la sede por herencia de ese sentimiento, en la ciudad que da nombre al equipo, pero para ser partícipe de esa pasión y que sea tan real como la de aquellos que físicamente están más cerca, no hace falta más que abrir el corazón, y el mío tiene un color anaranjado.
La fidelidad, igual pasa hacia una persona que hacia un ente deportivo, hace que te centres física y mentalmente en lo que tienes, interiormente crees y ratificas que es lo mejor que puedes tener, las valoraciones hacia terceros se quedan en simples aceptaciones de respeto y sinceridad, así gira la vida en torno a un equipo, aunque no tengo más que mirar en la historia, levantar la cabeza y decir orgulloso que pertenezco en sentimiento al mejor club que puede haber, y ese pensamiento, esa fidelidad, la mantendré hasta el fin de mi existencia, por muy corta o muy larga que sea.
Hablar de jugadores es una cuestión superficial: los que han estado y marcado una época serán emotivamente recordados, guardados en las arcas de la más agradecida memoria, postrados en fotos en la galería histórica del club; los que están en el presente son vistos como un conjunto, como futbolistas que mantienen viva en cada partido el más grande afán de la multitud taronja en disfrutar a base de euforia, como los que continúan el legado de los que han venido atrás; y los que están por venir serán considerados como los sucesores de seguir haciendo grande la historia y relevancia de la entidad; ahora bien, todos y cada uno de ellos, juntados en un mismo marco temporal, pasado, presente y futuro, forman ese escudo al que todo ché brinda su alma.
La afición de este equipo, en la que orgullosamente me incluyo, es de un carácter ilimitado. Esta marea naranja de multitudes, que une fronteras, que tiene seguidores desde todos los puntos del Planeta Tierra, han llorado un fracaso, han mantenido una ilusión que luego no se ha convertido en realidad, han sufrido momentos de dureza deportiva, han gritado injusticias y han reido de felicidad por miles de victorias, han aplaudido acciones y criticado decisiones, ha exigido y animado como nadie, ha salido a la calle para festejar y se ha metido en la cama con un nudo en la garganta, ha vivido momentos irrepetibles y ha sentido impotencia en muchas otras ocasiones; pero lo mejor de todo ello es que se seguirá repitiendo, vengan los momentos que vengan, pase lo que pase continuaremos portando el mismo sentimento, día tras día alzaremos la voz y seremos oidos, ¡para siempre y hasta la muerte, Valencia CF!
http://www.youtube.com/watch?v=gZ-v0869Mjk
València!
Ès un equip de primera nostre València Club de Futbol
que lluita per a defendre
en totes bandes nostres colors
En el Camp de l'Algirós
ja començàrem a demostrar
que era una bona manera
per a València representar
Amunt València, Visca el València,
és el millor
Amunt València, Visca el València
del nostre cor
Units com sempre
els valencianistes et seguirem
en cada estadi per a què triomfes
t'animarem
En la capital del Túria
és el València qui vist de blanc
i defén la camiseta
ple de coratge per a guanyar
En Mestalla continuarem
sempre esforçant-se
per a triomfar
i les glòries arribaren
i en competència continuaran
Amunt València, Visca el València,
és el millor
Amunt València, Visca el València,
del nostre cor.
Units com sempre
els valencianistes et seguirem,
en cada estadi perquè triomfes
t'animarem
València!
Ès un equip de primera nostre València Club de Futbol
que lluita per a defendre
en totes bandes nostres colors
En el Camp de l'Algirós
ja començàrem a demostrar
que era una bona manera
per a València representar
Amunt València, Visca el València,
és el millor
Amunt València, Visca el València
del nostre cor
Units com sempre
els valencianistes et seguirem
en cada estadi per a què triomfes
t'animarem
En la capital del Túria
és el València qui vist de blanc
i defén la camiseta
ple de coratge per a guanyar
En Mestalla continuarem
sempre esforçant-se
per a triomfar
i les glòries arribaren
i en competència continuaran
Amunt València, Visca el València,
és el millor
Amunt València, Visca el València,
del nostre cor.
Units com sempre
els valencianistes et seguirem,
en cada estadi perquè triomfes
t'animarem
2 comentarios:
madre mia que filósofo estas hecho jaco!!!!
me encanta leer textos de este tipo, llenos de sentimientos. se nota que eres sincero y que escribes lo que sientes, me alegra mucho ver gente que a pesar de estar a cientos de kilometros de una ciudad sientan tanto por ella, más incluso que muchas personas que estan aqui. además, me es curioso ver cómo el sentimiento hacia unos colores puede atravesar fronteras. bueno, espero que sigas repartiendo valencianismo por las islas!! :D
Gracias Carme!
Creo que todavía no has visto nada, en Canarias, o en Valencia, como en Pekín, seguiremos así por el fin de los días.
Lo demás son sorpresas, recuerdas?jajajaja
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