martes, 27 de octubre de 2009

Mi "Ley Innata"

Hay momentos donde es mejor vivir y no pensar, hay momentos, me vas a perdonar, donde la fiebre se apodera de tu mente, negando cada estímulo nervioso de ese aparato que hace sentir tu corazón, no corre electricidad por tu cuerpo y en ese momento es cuando se tiene que crear un anticuerpo para tener entretenido el pensamiento, que no sienta dolor, que la sonrisa haga por salir incluso cuando no es posible hacerlo.

De un día para otro pueden pasar infinidad de cosas, igual pasa con un sentimiento. Si tu racionalidad no asimila los acontecimientos, no entiende lo que está pasando, un mar de dudas te arrastra hasta el mismísimo fondo de un pantano mental que no tiene ni hacer por ver luz. Abrir brecha entre esa oscuridad en busca de luminosidad es tan incomprensible como la misma respuesta a la pregunta, no hay síntomas de positividad en las que respigar un poco de aliento, así se pasa de un día azul a un día gris.

La vitalidad de la moral tiene un corto plazo: para algunas personas, de alma de hierro, puede tener un límite muy alto; un término medio de personas hablan por fuera pero por dentro se pudren en melancolía; otras viven cada hecho negativo como un motivo de suicidio. En todos casos, hay un estrecho espacio de tiempo entre el ser y el no ser. Si algún día tenéis la oportunidad de comprobarlo, ¿en qué lugar la situaríais?

Yo me baso en palabras para liberar mi moral, no quiero adentrarla en ninguno de los tres grupos. Quiero decir que está impune, quiero pensar que está intacta, quiero sentir que está como hace un mes, pero no puedo.



¿Como quieres que escriba una canción?
Si a tu lado no hay reivindicación.

La canción de aquel tiempo no pasara,
donde nunca pasa nada.

Una racha de viento nos visitó,
el árbol ni una rama se le agitó.

La canción de aquel viento se parara,
donde nunca pasa nada.

Un otoño el demonio se presentó,
fue cuando el arbolito se deshojó.

La canción de aquel tiempo se atrasara,
donde nunca pasó nada.

Una racha de viento nos visitó,
pero nuestra veleta ni se inmutó.

La canción de que el viento se parara,
donde nunca pasa nada.

Mientras tanto pasan las horas,
sueño que despierto a su vera,
me pregunto si estará sola,
y ando dentro de una hoguera.

¿Como quieres que escriba una canción?
Si a tu lado he perdido la ambición.

La cancion de aquel tiempo no pasara,
donde nunca pasa nada.

Se rompió la cadena
que ataba el reloj a las horas,
se paró el aguajero
ara somos flotando dos gotas,
agarrado un momento a la cola del viento
me siento mejor,
me olvidé de poner en el suelo los pies
y me siento mejor.

¡¡¡Volar!!!
¡¡¡Volar!!!

Una racha de viento nos visitó,
y a nosotros ni el pelo se nos movió.

La canción de que el viento se parara,
donde nunca pasa nada.

Ya no quiero una piedra en pie,
porque el viento lo derribó,
no, no hay esa canción.

Ya no queda nada de ayer,
porque el viento se lo llevó,
no, no hay esa canción.

Ya no queda una piedra en pie,
porque el viento lo derribó,
no, no hay esa canción.

Ya no queda nada de ayer,
porque el viento se lo llevó,
no, no hay esa canción.


Hasta la más ilustre personalidad,
se daña.
Hasta el más portentoso trozo de furia,
se agota.
Hasta el más ambicioso que exista,
se esconde.
Hasta el más tímido que pueda haber,
se revela.
Hasta el más rencoroso pensamiento,
se luce.
Hasta el más afán de explicación,
se desea.
Hasta el más persuasivo de todos,
se cambia.
Hasta el pensamiento más positivo,
se quiere morir.

8 comentarios:

Carlos dijo...

Me estreno en tu blog con comentario.
una gran cancion.

Jaco dijo...

Gracias Carlos :)

M@Rt@ dijo...

No soy experta pero entiendo algo de líneas finas y débiles que separan grandes abismos. Entre el ser y no ser hay una línea invisible y casi inperceptible al igual que entre estar y no estar, entre normal y anormal. Sin embargo, esa línea no se traspasa cual niña jugando al pasar la barca con la comba, sino que se tarda. Hay quien lo hace lentamente y quien lo hace rápido, quién lo hace para no volver y quién aún fuera, sigue aquí. Esa línea entre ser y no ser está en cada uno, en cada momento y en cada situación. Está en todas partes y a la vez no está en ninguna porque va delante de tí. Y si la sigues... siempre quedarás detrás.

Como dijo Schopenhauen:
"Sólo está cuerdo aquel que duda de su cordura"

Jaco dijo...

¿Sabes qué hay situaciones en la vida donde el tiempo parece no transcurrir con normalidad? Te pongo algunos ejemplos: cuando tu mente, cuerpo y alma está inconmensuradamente alegre porque estás viviendo un gran momento, el tiempo parece como que va más rápido, esos momentos se van volando; cuando las inclemencias del tiempo hacen que te tengas que quedar dentro de tu casa, sin salir, suprimiendo planes, cada minuto que pasa hasta que decidas irte a la cama, son dos; cuando Morfeo toca a la puerta, tu cuerpo está cansado, pésimo, y la cama está tan cómoda... el tiempo en que caes en ella y te despiertas al día siguiente, jurarías que no ha sido el que marca el reloj...
Hay situaciones en la vida en las que un grano de arena, es una montaña; una palabra, 10 litros más de sangre; una noticia, 500w más de nervios... una línea muy fina, puede llegar a ser un puente, una vía, un sendero muy amplio.
Ese punto intermedio, sólo se puede conseguir con algunos estados mentales. Pero aún no has respondido a la pregunta, ¿en qué lugar te situarías tú, entre el ser o el no ser? (no hablo de muerte).

Marta dijo...

En es el ESTOY, aquí y ahora.

¿Jaque al rey?

Jaco dijo...

Repito la pregunta, porque no entiendo la contestación:
¿En qué lugar estás, ser o no ser?

Marta dijo...

Parto de que "Ser o no ser", no es un lugar, es un estado. Estar, es un lugar y es aquí donde estoy. Llevado esto al ser o no ser, ¿no estoy aquí?Luego... por lo tanto, soy.

ains... esa entrelineas.

Jaco dijo...

¿Eres, o vas camino de Ser?